Es posible que escuches el nombre CrossFit y te preguntes que es y como puedes empezar a practicar este deporte, y sobre todo si podría ser beneficioso para ti. El CrossFit es un tipo de entrenamiento intenso que combina muchos tipos de ejercicios en rutinas diarias que son muy variadas y se denominan Workouts of the Day (WOD).
Este es un sistema de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento físico general, y los ejercicios que se practican son ejercicios funcionales. En este deporte se combinan disciplinas como la gimnasia, carrera y halterofilia. Con este entrenamiento se busca desarrollar capacidades físicas como la resistencia cardiovascular, potencia, fuerza, resistencia energética, flexibilidad, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión.
¿En qué consiste esta práctica deportiva?
El CrossFit se basa en realizar entrenamientos cortos y muy intensos. Los ejercicios más practicados en esta técnica son peso muerto, cargada, sentadilla, presses, C&J y snatch. Tambien puedes incorporar dominadas, dips, trepar la cuerda, push-ups, sit-ups, de presses a pinos, piruetas, volteretas, spagats y holds.
A pesar de ser una práctica que normalmente se lleva a cabo en gimnasios puedes combinarla con andar en bici, saltar a la comba, correr, nadar o incluso remar. La esencia del CrossFit es mezclar todos estos elementos y la mayor cantidad de combinaciones y patrones ya que todos los días de la semana debes cambiar tu rutina.
Otro punto importante que se recomienda es llevar una dieta saludable, pero no restrictiva ya que este entrenamiento es muy demandante y debes tener una dieta que apoye tu nuevo estilo de vida sin acumular grasa. Para ello, Greg Glassman, el creador de esta técnica recomienda “Come carne, verduras, nueces y semillas, algo de fruta, pocos hidratos y nada de azúcar”.
Tipos de entrenamiento CrossFit
La práctica de CrossFit es muy amplia y variada en cuanto a tipos de ejercicios y tipos de entrenamiento por ello a continuación te explicamos las diferentes formas en las que puedes entrenar.
- AMRAP (As many rounds as possible): esta técnica consiste en realizar el mayor número posible de series de los ejercicios seleccionados durante un tiempo límite.
- EMOM (Every minute on a minute): se trata de realizar un numero determinado de repeticiones de un ejercicio en un minuto.
- Por tiempo: se realiza un número de series determinadas y se calcula el tiempo que se tarda en hacerlas. De esta forma se podrá ver el avance de las capacidades cuando tardes menos tiempo en realizar las mismas series.
- Tabata: se realizan varias series de uno o más ejercicios durante 20 minutos y se descansan 10 minutos hasta completar el número de series requerido en el crosstraining.
¿Qué beneficios tiene la práctica de este deporte?
Como cualquier deporte el CrossFit, tiene múltiples beneficios para tu cuerpo que analizaremos a continuación.
Perder peso y estilizar tu figura
Si prácticas CrossFit de forma regular podrás reducir tu porcentaje de grasa corporal, además si lo acompañas de una dieta saludable llegarás a tu peso ideal de forma rápida y sin riesgos para tu salud. El porcentaje de grasa corporal se reducirá entre un 13% y un 19 % al practicar esta disciplina durante al menos 2 meses y medio.
Mejora de la condición física
Aumenta las capacidades de fuerza y resistencia muscular, así como de potencia y velocidad mediante el entrenamiento interválico a altas intensidades. También, incide mucho en las condiciones motrices como la habilidad coordinativa, el equilibrio o la agilidad. Ayuda a la coordinación intermuscular e intramuscular, ya que involucra la utilización de gran cantidad de movimientos complicados que incluyen muchas articulaciones a la vez.
Fortalece tus músculos
Al trabajar todos los grupos musculares con este deporte, ganaras tono muscular, aumentarás tu masa muscular y con ello tu fuerza de forma considerable. A medida que reduces tu grasa corporal, aumenta la masa muscular. Tendrás mejor tono muscular y la capacidad de mejorar en tu vida cotidiana en muy poco tiempo.
Mejora tu resistencia
La práctica regular de este tipo de entrenamientos mejorará tu capacidad cardiovascular y pulmonar, y gracias a ello tendrás una mejor resistencia en la actividad física de cualquier tipo. Tendrás mucha más energía en todas tus actividades diarias y en la práctica de cualquier tipo de deporte. Se estima que la capacidad aeróbica mejora en un 10 %
Mejora la psicomotricidad
Gracias a todos los tipos de ejercicios que realizarás en tus rutinas, tus músculos y articulaciones tendrán una mayor flexibilidad lo que ayudará a que te muevas mejor. Además, tu equilibrio y coordinación también aumentarán en forma constante y te sentirás más ágil.
Aumenta la concentración
Debido a la alta intensidad de cada rutina tendrás que focalizar toda tu atención en el desarrollo de la actividad física. Adicionalmente, tu motivación crecerá cuando logres realizar tu rutina y empieces a tener mayores objetivos deportivos. El CrossFit te ayudará a desarrollar tu disciplina, así como la consciencia mental. Reduce el estrés, aumenta la autoestima y la confianza.
Obtendrás resultados rápidos
La variedad e intensidad también repercute en la obtención de resultados. Si te mantienes firme, no te resultará muy difícil empezar a notar el resultado de manera rápida.
¿Quién puede practicar CrossFit?
Aunque muchas personas piensan que el CrossFit es malo para la salud de personas como niños o ancianos, la realidad es que el Crossfit es bueno para todos. La clave está en adaptarlo según sea necesario, cada movimiento o ejercicio de esta técnica se puede escalar, por ejemplo, si una persona no puede saltar el cajón de 60 centímetros puede subirlo dando un paso o cambiarlo por uno de 25 centímetros.
El crossfit es lesivo como cualquier otro deporte, como el fútbol, baloncesto o voleibol, o como los deportes integrados a él como la halterofilia, gimnasia o el atletismo. Si no se domina la técnica ni la postura y se hacen los movimientos sin haber calentado previamente como cualquier otro deporte se puede dar una lesión. Se pueden evitar las lesiones a medida que se va aprendiendo la correcta realización de los movimientos, así como también con la buena alimentación, el buen sueño y un entrenamiento programado para evitar sobrecargas musculares excesivas.